11.07.2010

Uopa!

No puedo evitar reírme cuando alguien se cae. Sea amigo, familiar o un completo extraño, si se cae, automáticamente me causa risa. Y si la que está por caer soy yo, me resulta imposible no decir "uopa", es como el ruido del estornudo, imposible no hacerlo.

Algo que debería estar en el libro de récords Guinness es el tiempo que uno tarde en ponerse de pie después de una caída vergonzosa. Creo que prácticamente no se puede medir, en un microsegundo una esta parada con sangre en las rodillas, la mochila a dos metros pero con expresión de "acá no paso absolutamente nada y no se te ocurra preguntarme si estoy bien".
Ni hablemos de los pasos de baile techno que hacemos si tratamos de evitar la caída, una se retuerce con tal esmero y dedicación que si nos filmaran en ese instante, podríamos vender VHS con el titulo "Déjese caer, es mas barato"

Mis caídas también me causan carcajadas, como la vez que trate de correr el colectivo atleticamente y no me respondió la rodilla. Termine cuan larga soy en el medio de Tucumán y Reconquista a la vista de unas 70 personas entre peatones y pasajeros del 6. No hace falta aclarar que no me tomé el colectivo.

No discrimino edades, la misma risa me causa el pequeño que salió eyectado hacia atrás después que Mariana Fabbiani le ensartara un pelotazo en el medio de la frente como la señora que aterrizo a mis pies cuando estaba de paseo con mi hermana por Rivadavia. Ayudo, me preocupo por el lesionado, pero me río sin parar.

Así como los actores dicen que piensan en momentos complicados de sus vidas para llorar en una escena, yo cuando estoy aburrida recurro a mi stock (basto) de caídas para tentarme.
Una de mis favoritas es de mi autoria.

8 de la mañana. Bajo divina con mi pantalón blanco, sandalias y remerita pituca rumbo al trabajo. Encaro el pasillo que separa la escalera con la puerta de ingreso al edificio y veo que en la otra punta me espera mi amigo el encargado con el lampazo.
Yo, copada, para no ensuciarle lo que esta húmedo, me desplazo dando saltitos veloces como bailarina del Colon en puntitas de pie.
No se que ocurrió en el medio, pero cual Paloma Herrera salí despedida, incrusté mi rodilla izquierda contra el cerámico y mi otra pierna estirada fue dirigiendo mi destino rumbo norte, hasta frenar con la puerta de vidrio.
Me paré, agarré mi bolso que por esas fuerzas de la física, estaba en la otra punta del hall y dije: "Buen día Elio, cuidado que patina" y salí como una reina del edificio.
Es el dia de hoy que Elio sonríe cuando me ve con el pantalón blanco....

Quiero agradecer fervientemente a los que suben compilados a youtube de caídas, espero algún día poder aportar mi material y hacer reír.


6 comentarios:

  1. Jajajajajajaja que bueno!
    Aporto una: me esperaban con la puerta del ascensor abierta para irnos. Entré corriendo a la oficina recién encerada y caí acostada deslizandome hasta llegar a la pared! De más esta decir que me hice bolsa, pero me levante y me subí al ascensor como si nada xD

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  2. Ja ja ja!!
    Como sos gustosa de las caidas, te dejo el link al mejor compilado de caidas de la historia de Internet: Baila o Muere!

    http://www.youtube.com/watch?v=xm8--2N3_Xo

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  3. mmm... pero en el caso de los pantaloncitos blancos, las sandalitas y la remera pituca tenes excusa... no eras vos... era tu hermana! ;)

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  4. MDM te imagino y me pillo de risa

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  5. MDM te imagino y me pillo de risa

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