11.18.2010

A qué piso vas?

Los ascensores. Esas cajas a las que te subís y te llevan de una altura a otra tocando un botón.
Hay de muchos modelos.
Los que más me gustan son esos de los edificios antiguos, que suelen estar en el centro del edificio y son con rejas, como en una propaganda de jeans muy vieja que ya no recuerdo…..

Están los que se cierran herméticos, como una caja de acero y una no sabe si va a una dimensión desconocida o al centro de la tierra, pero hay que confiar que cuando se abra la puerta, estamos donde queremos estar.
Estos particularmente no me gustan mucho, sobre todo cuando vas a un piso 27, y en los 10 primeros no para, así que es como que te presurizan y te empiezan a doler los oídos. Si puedo evitarlos, lo hago….. pero claro está que 27 pisos por escalera a veces se complican.

Los que me causan risa son los que te hablan. Entrás, estás ahí sola y escuchas:
-         Buen día
-         Buen día (Yo siempre contesto, por si hay alguien mirando por alguna cámara )
-         Piso 23, gracias por subir con nosotros.
-         No de nada che.


Igual, más allá del ascensor en sí, está el usuario del ascensor.

Ayer tuve el agrado de encontrarme en la planta baja de un sanatorio, con el caballero Silvio Soldán. Yo quedé delante de él junto con otro montón de gente que estábamos tratando de subir a los respectivos pisos.
Llegó un ascensor que indicaba que se iba para los subsuelos, y yo iba al 7, con lo cual, no me moví. Si voy para arriba no me subo al ascensor que baja, espero el que venga para arriba.
Silvio, me miró con cara de “dale querida, subite al ascensor” y dijo:
-         Pero….. que se va.

Y atinó hacerse el ágil y tirarse adentro del ascensor.

A lo cual respondí:
- ¿Pero que? Yo voy para arriba, si voy arriba no subo al que baja
- Se puede subir igual.
- No se preocupe igual va a volver. No tiene escapatoria.

Cuando reapareció uno de los ascensores, ya venía cargadito, de la gente que hace la misma piolada que quería hacer Silvio y no se podía subir, así que yo me fui por la escalera y Silvio se quedó quejándose junto con dos señoras que lo habían reconocido y estaban chochas.

Planta baja, hay dos botones. Uno que indica para arriba y otro que indica para abajo.
Si vas para arriba, tocás el de arriba, si vas para abajo, tocás el de abajo. ¿Estamos todos de acuerdo con eso? Entonces ¿por qué se ponen a tocar los dos botones varias veces como si fuera un videojuego? El ascensor va a tardar lo mismo en llegar, no es un acelerador de velocidad eso muchachos.

Yo contrataría a un tipo que por un parlante gritara:

-         YA ME TOCASTE FLACO, EN CUANTO PUEDA VOY BAJANDO.

Es como el timbre del colectivero, tocá una vez, el colectivero ya sabe lo que significa. Cuando hizo el curso de colectivero, le tocó responder esa pregunta:
7) Cuando suena el timbre, ¿que debe hacer?
a. Acelerar a fondo.
b. Marcar el boleto escolar en la máquina ticketeadora.
c. Abrir la puerta trasera en la próxima parada.

Colaboremos. De a poquito, pequeñas cosas que nos hacen más fácil el día a día.


Dato: Silvio Soldán usa peluquín. Puedo asegurarlo.

1 comentario:

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