Hoy de vuelta a casa logre sentarme en el asiento de 5 del colectivo y me puse a observar a la gente.
Se fue llenando y quedo una chica justo delante mío.
No tenía auriculares, estaba sola, y empezó a sonreír mientras miraba la ventanilla. Me fije si afuera había algo gracioso, pero no habia mas que una pared.
De golpe se puso a mover los labios como hablando a la misma ventanilla y me dio curiosidad así que me saque los auris para ver si estaba diciendo algo, pero no. Simplemente movía los labios, sonreía y participaba de una charla que parecía muy entretenida, con ella misma o con alguien que a mis ojos, era invisible.
Y esto me hizo pensar en los momentos en los que una anda muy concentrada y pierde noción del tiempo y espacio, como la tarjeta temporoespacial que me olvido cada 4 días.
Yo ando la mayor parte del día enganchada a unos auriculares que me transportan a otros lugares, y eso hace que mis compañeros de trabajo me digan que deje de silbar, que la corte con el bombo o:
- "ese ruido lo estas haciendo vos??"
- si, se supone que estoy cantando.
Me acorde también de una foto que me saco mi viejo de chica mientras estaba armando un rompecabezas, con esa mirada de no estar ahí en ese momento.
Esta bueno cada tanto perderse un poco, acercarse a un parlante para escuchar el momento exacto en que el guitarrista cambia de acorde, o el silencio antes de empezar la estrofa; comprometerse con esa parte del libro que hace que te pases de la parada o pensar esa jugada de ajedrez que en dos movimientos nos hace decir jaque mate.
Salir a sacar fotos y tomarse un tiempo antes de disparar, mirar, esqperar, anticipar un paso y clic, cerrar el momento con una sonrisa para volver a tierra.
A mi me gusta perderme por ahí, así que si me cruzan y no saludo no es de mal educada, simplemente ando dando vueltas por quien sabe donde.
Se fue llenando y quedo una chica justo delante mío.
No tenía auriculares, estaba sola, y empezó a sonreír mientras miraba la ventanilla. Me fije si afuera había algo gracioso, pero no habia mas que una pared.
De golpe se puso a mover los labios como hablando a la misma ventanilla y me dio curiosidad así que me saque los auris para ver si estaba diciendo algo, pero no. Simplemente movía los labios, sonreía y participaba de una charla que parecía muy entretenida, con ella misma o con alguien que a mis ojos, era invisible.
Y esto me hizo pensar en los momentos en los que una anda muy concentrada y pierde noción del tiempo y espacio, como la tarjeta temporoespacial que me olvido cada 4 días.
Yo ando la mayor parte del día enganchada a unos auriculares que me transportan a otros lugares, y eso hace que mis compañeros de trabajo me digan que deje de silbar, que la corte con el bombo o:
- "ese ruido lo estas haciendo vos??"
- si, se supone que estoy cantando.
Me acorde también de una foto que me saco mi viejo de chica mientras estaba armando un rompecabezas, con esa mirada de no estar ahí en ese momento.
Esta bueno cada tanto perderse un poco, acercarse a un parlante para escuchar el momento exacto en que el guitarrista cambia de acorde, o el silencio antes de empezar la estrofa; comprometerse con esa parte del libro que hace que te pases de la parada o pensar esa jugada de ajedrez que en dos movimientos nos hace decir jaque mate.
Salir a sacar fotos y tomarse un tiempo antes de disparar, mirar, esqperar, anticipar un paso y clic, cerrar el momento con una sonrisa para volver a tierra.
A mi me gusta perderme por ahí, así que si me cruzan y no saludo no es de mal educada, simplemente ando dando vueltas por quien sabe donde.
